domingo, 9 de diciembre de 2007

Trastorno de Ansiedad por Separacion


Trastorno de ansiedad por separación

La ansiedad por separación es un miedo frecuente en los niños entre los 1 y 6 años se manifiesta como ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo relacionada con las personas con quien el infante que la padece está ligado afectivamente. Este término se refiere a las protestas del niño ante la marcha de los padres o de las personas que asumen este papel, al malestar ocasionado por su ausencia y a la ansiedad experimentada por la anticipación de su marcha. Este miedo se da también en otras especies y tiene un valor adaptativo, ya que disminuye la probabilidad de posibles daños (Bragado, 1994).

La frecuencia de la ansiedad por separación es del 50-75% hacia los 2 años y del 20-40% a los 3 años. Se ha sugerido que la ansiedad por separación aparece antes y desaparece más tarde en aquellas culturas en que el niño permanece en estrecho contacto físico con la madre durante largos periodos y es atendido exclusivamente por ella (Bragado, 1994).

No hay que confundir la ansiedad por separación con el miedo a los extraños. Un niño puede temer a estos últimos incluso estando cerca de su madre o en sus brazos, mientras que la ansiedad por separación se da aunque no haya extraños. Naturalmente, los dos miedos pueden acumularse (Marks, 1987/1991).

En cuanto al impacto de experiencias de separación forzadas en el comportamiento infantil, Bowlby ha distinguido tres fases en las respuestas que los niños de 4-6 años suelen mostrar en situaciones de separación prolongada (hospitalización): a) Protesta: el niño llora, grita y busca activamente a su madre. b) Desesperanza: el niño se muestra triste y retraído, parece haber perdido la esperanza de ver a su madre. c) Desinterés o desapego: el niño se muestra desinteresado de sus padres y parece haberlos olvidado. Los efectos negativos desaparecen con el tiempo, excepto en casos de estrés extremo u hospitalizaciones repetidas (Bragado, 1994).
Es posible que a este patrón de respuesta contribuyan factores inherentes a la hospitalización tales como estar en un lugar extraño, ser atendido por personas desconocidas y estar sometido a la realización de pruebas médicas. El malestar decrece cuando los niños son visitados por sus padres a diario o cuando se les asigna una persona concreta para cuidarles de forma regular (Bragado, 1994).

Curso del trastorno de ansiedad por separación

• El trastorno de ansiedad por separación puede iniciarse
• Antes de los 6 años (inicio temprano), pero también en cualquier momento antes de los 18 años;
• La edad de comienzo más frecuente es entre los 7 y 9 años.
• El t.a.s puede aparecer tras algún evento estresante (fallecimiento de algún familiar o cachorro, enfermedad del niño o de un familiar, cambio de escuela, mudanza).
• Suele haber periodos de exacerbación y remisión y el trastorno puede durar varios años (Asociación psiquiatrita americana, 1994/1995; Sandín, 1997).

Patologías asociadas

Los más frecuentes son el trastorno de ansiedad excesiva (generalizada) secundaria al t.a.s
• Fobia especifica
• Depresión mayor
• Trastorno de pánico
• Trastorno obsesivo compulsivo
• Pánico y agorafobia

Origen del trastorno

Pueden distinguirse diversos factores asociados al origen y al mantenimiento del trastorno por ansiedad por separación (Bragado, 1994; Echeburúa, 1993; Sandín, 1997):

• No haber sido expuesto a una separación paulatina de los padres, quizás por un exceso de sobreprotección de estos y por vivir encerrado en el círculo familiar. Experiencias repetidas y no traumáticas de separación permiten un desequilibrio natural y miedo común a la separación de las figuras de apego. La sobreprotección puede darse por diversos motivos: temor de los padres a perder a un hijo que ha sufrido una enfermedad grave, ser hijo único y muy deseado de unos padres mayores, embarazo difícil, pérdida previa de un hijo, problemas previos de esterilidad, insatisfacción marital, ansiedad por separación en algún progenitor, padre y/o madre muy ansiosos.

• Experiencias traumáticas de separación (hospitalización, muerte de uno de los padres, divorcio o separación de estos) en las que se dieran una o más condiciones de las que potencian la ansiedad: edad temprana, relación insegura con los padres o cuidadores, poca o ninguna experiencia previa de separación, situaciones de separación duraderas e incontrolables, cambios bruscos en el funcionamiento cotidiano.

• Refuerzo por parte de los padres a las conducta de apego excesivo del niño El no querer separarse de los padres puede ser reforzado negativamente en niños miedosos, si de ese modo evitan los estímulos temidos o reducen el miedo que estos suscitan.

• Un niño con vulnerabilidad biológica y sobreprotegido por sus padres puede desarrollar fuertes conductas de dependencia que son reforzadas por los padres; además, dicho niño tendrá pocas experiencias de separación y si esta ocurre forzada-mente, será probablemente traumática. Todo esto aumenta la probabilidad de presentar un t.a.s.


Prevalencia

Ansiedad anticipatoria y durante la separación de tipo somático y cognitivo (malestar físico, expectativas de que algo malo va a ocurrir o de que no se va volver a ver a los seres queridos). Esto favorece la conducta de apego.

Reforzamiento positivo: de las conductas de apego mediante atención, consuelo.
Reforzamiento negativo: Prevención de la ansiedad y de posibles estímulos temidos en el ambiente por medio de las conductas de apego.

Consecuencias negativas del trastorno: no querer ir a la escuela (con los consiguientes problemas de retraso escolar e incluso de dificultades interpersonales con los compañeros), resentimiento de los padres y conflictos familiares por el requerimiento constante de atención por parte del niño, estado de ánimo deprimido. Estas consecuencias pueden conducir a la búsqueda de tratamiento para eliminar o reducir el problema.

1 comentario:

Belen dijo...

Que bueno que existen lugares donde padres primerisos podemos documentarnos un poquito.